Miguel Hernández, la poesía, la libertad y la esperanza
“Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.”
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.”
Miguel Hernández. El Herido
Luis
Navarro Arteaga
La
Organización de las Naciones Unidas estableció el 21 de marzo como el Día Mundial de la Poesía, por ser este
genero literario “una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre
circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la
innovación”. Además, permite la diversidad creativa al
cuestionar el uso tradicional de las
palabras y los modos de percibir e
interpretar la realidad.
El
próximo 28 de marzo se cumplen 75 años de la muerte de uno de los máximos
poetas en nuestra lengua, el eterno joven – eterno inconforme- Miguel
Hernández, uno de esos bardos populares que encajan en lo que dice la ONU, un pensador libre, un artista que, a través
de la creatividad lírica, re interpretó su pobreza y su encierro, y nos legó tan hermosos como dolorosos poemas
que aun nos estremecen.
Pero
vayamos por partes, Miguel Hernández es en principio un poeta popular y un ser
entrañable, popular por dos razones
principales: en primer lugar fue un hombre como nosotros, los de a pie: los
obreros, los campesinos. No pudo estudiar, se dedicó al pastoreo de cabras , en
sus ratos libres leyó a los clásicos y escribió con ahinco, por ello, en sus veinte comenzó a destacar, viajó a
Madrid, conoció a poetas del calibre de Pablo Neruda y César Vallejo y, por si fuera poco, hasta fue elogiado por el mismísimo Juan Ramón Jiménez.
En
segundo lugar, es popular porque su obra
retrata lo que somos, lo que vemos, lo que vivimos: el árbol en el que descansamos de nuestras
fatigas infantiles, las injusticias, la libertad, el amor por la mujer, los hijos y los amigos. Mira, goza, pero
sobre todo sufre y nos toca el alma. Su palabra se queda en nuestra memoria y
en nuestro corazón.
Pero
además, Miguel Hernández, es tan entrañable, por vulnerable y esperanzado,
estos dos aspectos lo hacen un personaje de una enorme valentía y fortaleza.
Después de participar en la guerra civil, en el bando de la república, por
supuesto, vuelve a Orihuela, su ciudad
natal, es apresado, trasladado a la vecina Alicante, y condenado a muerte.
Luego, la sentencia se cambia por una
condena de 30 años. Recluido, escribe su
famoso poema “Nanas de la Cebolla” - al que,
décadas después, agregó música Joan Manuel Serrat- como respuesta a una carta en la que su
esposa, Josefina Manresa, le cuenta que
ella y el hijo de ambos, solo tienen pan y cebolla para alimentarse. Hernández
escribe como un verdadero optimista que reivindica para su vástago el derecho a
la inocencia y a la felicidad: “Desperté de ser niño/Nunca despiertes./Triste
llevo la boca./Ríete siempre./ Siempre en la cuna,/ defendiendo la risa/ pluma
por pluma...”
Una
antigua maldición decía : “Sobrevive a tus hijos” . No hay nada más antinatural
que un hijo muera antes que sus padres.
Hernández pudo haber sido una de las víctimas de tan cruel augurio. Su
primer hijo murió, lo que lo llevó a escribir a su esposa “Menos tu vientre/
todo es oculto,/menos tu vientre/ todo inseguro,/todo postrero,/ polvo sin
mundo./ Menos tu vientre/ todo es oscuro,/ menos tu vientre/ claro y profundo”
y tuvo razón, su segundo hijo venía en camino.
Frente
al horror de la Guerra Civil Española , escribió “El herido” de cuya segunda
parte, Serrat también haría una canción : “ Para la Libertad”. En este poema el
escritor hace surgir la esperanza como
contrapeso de la terca realidad. El artista herido por el horror, nos dice que
si muere en esos momentos difíciles “Retoñarán aladas de savia sin otoño/ reliquias de mi
cuerpo que pierdo en cada herida./ Porque soy como el árbol talado, que
retoño:/ porque aún tengo la vida./”
Es pues, Miguel Hernández el poeta del pueblo, el pastor
sensible y revolucionario que a pesar de sufrir los peores reveses en la
vida, nos legó hermosos poemas en los
que bulle la vida, porque a pesar del dolor enfrenta la adversidad con
esperanza, con su voz valiente y entrañable, además, como lo establece la ONU,
su poesía representa “ la libre circulación de las ideas por medio de la
palabra”.
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